El pasado 28 de mayo, mi familia y yo tuvimos la oportunidad de participar en este encuentro realizado en las instalaciones del Campus Tagaste de la Uniagustiniana.
Al principio teníamos mucha incertidumbre sobre los contenidos que se iban a tratar y cómo iba a ser la metodología, pero desde el momento en el que nos hicieron interactuar con las otras familias se sintió un ambiente ameno y familiar. La experiencia fue increíble para cada uno de los integrantes de mi familia, porque al aprender un poco más sobre la inteligencia emocional y la gestión que se le debe dar a esta en ámbitos personales y familiares, nos permitió ser más sabios y tolerantes en nuestro diario vivir.
Mi familia quedó satisfecha con la asistencia al encuentro, dado que, al tocar temas tan sensibles, pudimos reconocer las fallas que cada uno estaba cometiendo y eso nos llevó a agradecer por la familia y cada uno de sus miembros, y mejorar cada vez más para fortalecer la unión familiar.
Después de conversar con mi familia sobre esta experiencia liderada por ESUNA, llegamos a la conclusión de que en nuestro diario vivir no valoramos a las personas que más amamos, que en distintas ocasiones no buscamos la solución para ayudar a reparar esas falencias que se presentan al interior de cualquier familia y nos dimos cuenta que podemos hacer el cambio desde el amor y la empatía.